Día 8
Tras la nefasta nueva visión de The Wicker Man perpetrada por Nicholas Cage vino la gran sorpresa del festival: Children of Men, dirigida por Alfonso Cuarón, que está en un estado de gracia tremendo. Durísima visión de ese futuro cercano que podríamos llegar a encontrarnos. Brillante dirección que sobresale por un uso realmente impactante de largos planos secuencias….
Lamentablemente, y hasta la retrospectiva de Kurosawa, no hubo grandes películas. Empezando por la cinta de animación polaca Princess, en la que el atractivo tagline “Fuck Porno!” se queda un poco en el aire, tirando más por la violencia desatada; aun así se deja ver.
Otro remake que se pudo ver, fue el de la película de Brian De Palma, Sisters, que al igual que The Pulse, no aporta nada nuevo ni interesante a la película, ciñéndose solamente a repetir la original.
Y no es un remake, pero si una adaptación bastante libre al clásico de Alicia en el País de las Maravillas. Estamos hablando de Re-Cycle, el nuevo engendro de los Pang Brothers, creadores de ese boom en taquilla de hace algunos años, que fue The Eye, que basándose en unos efectos especiales bastante competentes (aunque hay algunos que dan vergüenza ajena), nos vuelven a meter en una atmósfera agobiante. Pero de nuevo el guión es casi inexistente y a base de vueltas de tuercas no se puede cimentar una película.
Tras Re-Cycle le tocó el turno a Los Abandonados de Nacho Cerdá. Propuesta novedosa, pero que al final se pierde en un clímax bastante extenso que le hace perder puntos. Eso sí, la ambientación y fotografía es de señalar. Habrá que estar atentos a este director, que promete bastante…
Y la única retrospectiva interesante del festival, junto a la de los Masters of Horror, fue la dedicada a Kiyoshi Kurosawa, el cual obtuvo su merecido premio Máquina del Tiempo. En esta maratón se pudo disfrutar de su último largo, Retribution, en el que nos encontramos ante una inusual (por aquellas tierras) historia de fantasmas. El uso del sonido es parte clave de la cinta, y va muy acorde con los momentos importantes de la misma. A continuación proyectaron Kairo, cuyo remake (The Pulse) ya se estrenó a principios de Festival. Ni que decir tiene que es mucho mejor que su adaptación americana. Sólo hay que fijarse en cómo es capaz Kurosawa de crear atmósferas agobiantes con el uso de un solo plano y algo de música de fondo, sin recurrir a música premonitoria ni primeros planos gratuitos. Finalmente, pusieron House of Bug, episodio piloto de una serie emitida el año pasado por tierras niponas. En él observamos transformaciones kafkianas de una mujer acosada por su marido. Bastante flojo, la verdad.
Mención especial al tardío estreno de Tideland, la nueva película de Terry Gilliam.
Día 9
Todo comienzo tiene un final. Y el de este Festival Internacional de Cine de Cataluña ha llegado. Una pena que el nivel de las últimas novedades exhibidas no llegaran a la altura. Comenzando por la esperada The Illusionist, con Edward Norton y Paul Giamatti, que nos cuenta la historia del ilusionista Eisenheim, perseguido por la policía debido a los celos de la aristocracia de la época. Guión que flojea bastante a partir de la mitad del film, aunque al final enmienda parte de este error.
Y para decepción de muchos, y alegría de otros, llegó la tan esperada Sesión Sorpresa. Todo apuntaba a que sería The Black Dhalia, el esperado regreso de Brian De Palma, pero finalmente y sin aviso alguno, proyectaron Borat, el falso documental del creador de Ali G. Particularmente, un servidor no cree que esta película sea merecedora de emitirse en este Festival, en lo que a género se refiere, pero hay que reconocer que el público se lo pasó en grande con las aventuras desenfrenadas de este curioso personaje (todo ello aderezado con grandes dosis de crítica a los EEUU).
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