Esta vez por un juez.
De verdad que la maldición de esta película es preocupante. Una vez que parecía que fuera a arrancar de verdad y unas buenas manos, las de Juan Carlos Fresnadillo.
El tema está en que de la nada ha aparecido el todopoderoso Harvey Weinstein, el cual se ha sacado de la chistera un contrato que declara a The Weinstein Company como los únicos distribuidores legales de la saga y ha paralizado cualquier movimiento a Relativity Media, más concretamente a su cabeza visible Ryan Kavanaugh.
Deadline nos cuenta que las negociaciones son bastante agresivas, a la par que el abogado de TWC comenta que Relativity no es honorable para nada, e intenta hacer negocios de distribución con otras compañías. Pero también es verdad que ha sido ahora y no antes (con Stephen Norrington, por ejemplo) cuando los Weinstein han dicho es boca es mía, lo cual no tiene demasiado sentido…
¿Y cómo afecta esto a la película? Pues teniendo en cuenta que es una disputa entre 2 grandes, lo más seguro es que la fecha inicial de rodaje para el próximo otoño se tenga que retrasar… otra vez. Al final habrá acuerdo, pero vete a saber cuando.
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