Un añito más que llego a al Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña, más conocido como Festival de Sitges, con ilusiones renovadas, y con ganas de disfrutarlo como siempre, rodeado de grandes amigos (aunque no estaban todos), y dispuesto a entretenerme (y a ratos, sufrir) con la programación de este año.
Por cosas de la vida, este 2015 llego a Sitges el Domingo, muy tempranito, casi directo de la boda de un muy buen amigo aquí en Sevilla, por lo que las horas dormidas fueron casi nulas. Pero era algo que me daba igual, porque la ilusión de pasarlo bien eran muchas. Nada presagiaba que mi primer día no traería casi nada reseñable… En mi pena se queda no haber podido ver The Witch aquí, así que habrá que esperar a verla en cines cuando se estrene…
Comienza esta edición, y van 48 (49 según Carlos Pumares) con Sion Sono, uno de los directores más esperados del Festival en los últimos años, que viene a recoger un merecido Premio Máquina del Tiempo, y que en la buena tradición de directores japoneses (como Takashi Miike) no sólo presenta una película, sino dos. La primera de ellas es ésta Love & Peace. Una película incatalogable que ya para empezar nos regala al PERSONAJE de este año, que no es otro que la tortuga Pikadon, sobre la que gira la trama a de este sinsentido de historia en el que el moving laboral y los peligros del éxito desmedido son los principales leit motiv. Pese a las risas que nos echamos, la verdad es que no recomendaría esta película.
Seguimos con Sion Sono es esta pseudo sesión doble. Ahora toca TAG, que con un inicio tremendamente arrollador ya te deja pegado a la butaca. Un autobús escolar lleno de colegialas de excursión. Una ráfaga de aire «endemoniado» que parte el bus por la mitad. ¿Resultado? Decenas de de medios cuerpos de chavalas desperdigados por la carretera. No es mal comienzo, no. Sin embargo el devenir de esta película comienza a irse por las ramas, en primer lugar como algo curioso, posteriormente como algo extraño y finalmente como algo que está muy cogido por los pelos. Como diría mi compadre Miguel Ángel Aguilar, «DecepSion Sono» en toda regla.
Como he dicho al inicio, me perdí la película inaugural, The Witch, que sin duda es de las que más ganas tenía de ver, pero por fortuna cuadré los horarios para poder disfrutar de Knock Knock. Eli Roth vuelve a Sitges, donde se desenvuelve como pez en el agua. Y tras Green Inferno, nos trae Knock Knock, un thriller erótico festivo en el que Keanu Reeves las pasa canutas por culpa de dos sensuales chicas, interpretadas por la espectacular Ana de Armas y Lorenza Izzo (que ya protagonizara la anteriormente mencionada Green Inferno). Pese a todo, y salvo el poder escuchar a todo trapo el Detroit Rock City de Kiss y alegrarte la vista con Ana de Armas en todas y cada una de las escenas en las que sale, la película no deja de ser una versión ¿light? de Funny Games, con un supuesto mensaje moral que no se sustenta, y unas motivaciones nada claras. Eso sí, hay un chiste final que es soberbio.
Y el maratoniano primer día acaba a la 1 de la mañana en el Auditori a la espera de ver las dos entregas de la esperada por muchos (no por mí) live action de Attack on Titan. Hay que decir que iba totalmente virgen al visionado, ya que ni he leído el manga ni he visto el anime. Hace años que ando despegado de ambos medios nipones, pero soy conocedor del tremendo tirón mediático que tiene. Vaya por delante que no soy un gran defensor de los live action japoneses por diversos motivos, la mayoría de ellos técnicos y de calidad. Y Attack on Titan no lo hizo mejorar. Lo siento por los seguidores, pero particularmente a mí la película no me aportó absolutamente nada. Personajes planos, tramas soporíferas a la par que absurdas (conversar a viva voz con linternas industriales cuando no quieren alertar a los titanes o una escena de sexo gratuito que no viene a cuento, por poner dos ejemplos). Motivación cero para seguir viendo la segunda entrega. Entre eso y el cansancio que llevaba encima, decidí no verla terminar. Posteriormente me enteré que al parecer hice bien, ya que a auténticos fans de Attack on Titan estas películas le parecieron lo mismo que a mí (o peor incluso). Una pena que en Japón no terminen de aprender a realizar buenas películas en este sentido, aunque días más adelante la cosa cambia. Ya llegaremos a ello…
Ahora sólo queda descansar un poco, renovar energías, y prepararnos para lo que se nos viene el Lunes…
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