Toca ver la segunda entrega de Parasyte, y realmente es más de los mismo con respecto la primera (posiblemente disfrutara algo más la vista ayer). Sin embargo, ya sabiendo de mi reticencia a las live-actions en general, reconozco que Parasyte no es mala película en su conjunto, aunque sí es verdad que con dos películas se alarga en demasía todo. Aun así, la salvo de la quema.
Biopic de la vida de James Dean (interpretado por un genial Dane DeHaan) y su relación con el fotógrafo de la revista Life (de ahí el juego de palabras con el título de la cinta) Dennis Stock (Robert Pattison), responsable en su momento por realizar las fotografías más icónicas del joven actor. Drama intenso, pero interesante a su vez, tratando momentos de la historia de James Dean no tratado previamente.
Adaptación de la galardonada novela de J.G.Ballard, dirigida por Ben Wheatley y con Tom Hiddleston en protagonismo absoluto. Futuro distópico en el que la gente vive en edificios gigantescos que hacen a su vez de reflejo más duro de la sociedad. Es decir, las plantas inferiores son las destinadas a los despojos de la humanidad mientras que las plantas altas están ocupadas por la jet-set con todo lujos por doquier. El desastre está asegurado.
Película limpia pero muy fría en su dirección con un Tom Hiddleston muy correcto. No he leído la novela, pero pese a verse a la legua que el conflicto entre las sociedades va a explotar en algún momento, sorprende la manera de producirse y las reacciones de diversos personajes. Es bastante interesante en su concepto, pero no es para todos los paladares.
No puede haber Miike sin Sitges ni un Sitges sin Miike. Esta noche pasada ha sido de esas especiales con maratón del maestro Takashi Miike y sus bizarras aventuras. En Yakuza Apocalypse nos encontramos en principio a la típica película de yakuzas, con guerra de bandas, violencia sin sentido y sangre. Pero claro, cuando una de estas bandas es de vampiros, y sin venir a cuento aparece una rana karateka, ya te da igual todo en esta vida y te sientas únicamente a disfrutar del espectáculo.
Un instituto. Una clase. Un Dios nipón jugando al Un, Dos, Tres, Pollito Inglés con una clase llena de cadáveres en el suelo. Si te coge moviéndote, fuera cabeza. Así de simple. El polideportivo del instituto. La cancha de baloncesto. Si encesta, bien. Si fallas, un gigantesco Maneki-Neko te aplastará con su mano de sube y baja.
Y así toda la película. Una survival movie en toda regla en la que tienes que sobrevivir no a tus enemigos o a tus compañeros de clase como en Battle Royale, si no a auténticos dioses de la mitología japonesa. La verdad es que es bastante entretenida y las dosis de violencias son las requeridas a este director.
La película está basada en el manga Kami-sama no Iu Toori (神さまの言うとおり).
Y ya está bien por hoy. Mañana, mi último día por estas tierras.
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