Ya finalizada la última edición del SEFF (y van 11), por lo que toca comentarla más en profundidad (ya habéis tenido las minireseñas diarias a todos aquellos que me seguís en twitter).
Ya finalizada la última edición del SEFF (y van 11), por lo que toca comentarla más en profundidad (ya habéis tenido las minireseñas diarias a todos aquellos que me seguís en twitter).
Hoy hace una semana que finalizó el Festival de Cine Europeo a Sevilla, en su décima edición, el cual llegó con un cartel promocional que ha dado bastante que hablar durante las semanas previas. Segundo año de José Luis Cienfuegos, esta vez con 365 días por delante para prepararlo concienzudamente, y se nota en el buen hacer. Sevilla quiere ser atrayente, y quiere ser centro de atención dentro del circuito de festivales cinéfilos, y sumado al buen cartel de película con el que nos entretiene año tras año, secciones en ciernes como Nuevas Olas o EFA, en esta edición se han sumado nuevas actividades paralelas que hacen que la oferta cultural sea accesible a un abanico más amplio de gente, además de no quedarse solamente en el cine. Conciertos diarios, pases infantiles, un innovador programa de cine online para estudiantes, etc. hacen cada día más atractivo a este Festival de Cine Europeo de Sevilla.
Vuelvo al Festival de Cine Europeo de Sevilla tras haberme metido entre pecho y espalda el Sitges, y pese a no poder ver todo lo que me hubiera gustado, la verdad es que este año he tenido muy buen tino a la hora de elegir (y que me recomienden). Y oye, en un Festival tan complejo como éste, no es moco de pavo. También hay que destacar la labor realizada por el nuevo director José Luís Cienfuegos (antiguo director del Festival de Cine de Gijón), que recoge el testigo de Javier Martín Domínguez, y que a su vez le ha dado una nueva perspectiva a lo visto en años anteriores, con visos de apuntar a nuevos caminos en el futuro.